Vecinos y comerciantes de Gévora denuncian una oleada de robos | Hoy

2023-02-22 18:43:02 By : Ms. zenti wang

A simple vista, Gévora está como siempre. Esta pedanía de Badajoz parece la mañana de un viernes igual de tranquila que cualquier otro día. Bares sirviendo desayunos de cafés más tostada por 1 euro, vecinos saludándose a las puertas de sus casas y señoras yendo a hacer la compra acompañadas de su carrito.

Sin embargo, cuando el forastero comienza a hablar con vecinos y comerciantes nota un clima enrarecido. La palabra 'inseguridad' se cuela a menudo en las frases de unos y otros. «Esto antes era un pueblo lleno de tranquilidad, la gente incluso dejaba las puertas de sus casas abiertas y ahora es imposible», explica Antonio Tabares. Este vecino denuncia que la pedanía está sufriendo una oleada de robos, especialmente en negocios. Desde el inicio del mes de junio la Guardia Civil ha recibido tres denuncias por este motivo en Gévora. Una de ellas es la de la peluquería Sheila, que regenta la mujer de Antonio.

Durante la madrugada los ladrones forzaron la cerradura y desvalijaron el establecimiento. «Entre productos, secadores, planchas y otros instrumentos nos han dejado unas pérdidas de unos 4.000 euros. Hace un mes tuvimos también otro robo. Se llevaron el dinero de la caja registradora y una hucha. Fueron unos 500 euros», asegura.

Su mujer, Sheila Piñero, no pierde la sonrisa a pesar de los contratiempos. «El primer robo fue menos, se llevaron calderilla, pero ahora nos han quitado los productos, planchas, secadores... Tenemos que empezar de nuevo», cuenta con un leve tono de resignación en su voz.

La pareja narra su historia justo mientras un operario suelda la cerradura de la puerta del establecimiento. Tras el último robo, han blindado la peluquería y sus bienes contratando un seguro y una alarma antirrobo. Más gastos. «Hay que pagar el autónomo, el alquiler, los impuestos trimestrales de Hacienda...», enumera Tabares.

Pero la principal queja de este vecino es la falta de seguridad. Al igual que otros empresarios, denuncia que el número de robos se ha incrementado desde junio de 2013, cuando se cerró el puesto que la Guardia Civil tenía en la pedanía. «Es peor desde hace un año. Nos sentimos desprotegidos y no tenemos ningún servicio. Nos están robando todas las semanas, cuando no tenemos un robo, tenemos dos», manifiesta.

Tabares habla de inseguridad en Gévora, especialmente por las noches, cuando se cometen más robos. «Nos pusieron un par de agentes de la Policía Local de Badajoz pero están solo por las mañanas. Aquí por las mañanas no tienen nada que hacer. Los robos son desde la 1.00 de la noche hasta las 7.00 de la mañana», asegura.

La misma noche que asaltaron la peluquería de su mujer, los ladrones intentaron entrar en el asador de pollos Esmeralda, justo en la calle de al lado. Eran casi las 7.00 de la mañana cuando forzaron la cerradura, pero no consiguieron acceder al local. «Aquí no tenemos nada de vigilancia», se lamenta la dueña, Esmeralda Vadillo. Su padre, Antonio Vadillo, se encontró con la cerradura forzada y no pudo subir la persiana hasta el mediodía. «No tenemos protección ninguna. Quitaron el cuartel de la Guardia Civil y cada vez se producen más robos», afirma.

Vadillo coincide con su vecino Tabares, que afirma sentirse como una despensa de los maleantes. «Estamos para solucionarles los problemas a ellos y los que tenemos negocios estamos muy desprotegidos», sentencia.

La situación ha llegado a tal punto, que algunos comerciantes están realizando rondas nocturnas por las calles a la caza del ladrón. En su caso, Tabares ha decidido quedarse a dormir en la peluquería de su mujer tras sufrir el segundo robo.

Alfredo Giles gestiona una barbería en la misma manzana. «Por la noche estamos con el coche, fuera, dando vueltas. Cada uno tenemos que guardar lo nuestro», dice. «La Guardia Civil tiene recorrido por muchos pueblos y solo un coche. Mientras llegan pasan dos horas», asegura. Giles afirma que no le han robado, pero también se ha sumado a las vigilancias. «Ya no aguantamos más porque lo poco que hemos ganado trabajando te lo quitan», expresa.

Los robos han llegado a tal punto que los ladrones han asaltado en cualquier tipo de local, incluso en la guardería y centro de ocio que gestiona Pilar Remedios. «Entraron por atrás, rompieron los cristales y robaron la televisión», explica. Hasta el propio ayuntamiento pedáneo ha sufrido robos, tres el año pasado. La primera vez se llevaron maquinaria valorada en 18.000 euros de una casa que utilizan como almacén. Dos o tres días después regresaron para llevarse las herramientas que habían quedado. Y hubo un tercer robo, en aquella ocasión con detenidos.

Robo de una caja fuerte

Durante la mañana del viernes, el último robo estaba en boca de todos los afectados. La madrugada del jueves, cerca de las 4.30 horas, se activó la alarma de la oficina de Mercoguadiana ubicada junto a Gévora, en la carretera de Montijo. Tomás Gómez, administrativo de la empresa, recibió una llamada de aviso y se dirigió al negocio. «Me presenté, pero no intenté entrar puesto que había un coche dentro y salió como para embestirme. Si hubiese intentado entrar, me echan contra la cuneta», explica.

Los ladrones forzaron la puerta de la oficina y accedieron hasta la caja fuerte. «Habrán venido con alguna carretilla de mano y han usado la puerta como rampa para echar la caja, que pesa más de 200 kilos, en el maletero», narra con tono de sorpresa mientras un operario repara la puerta.

Gómez asegura que aún es pronto para cuantificar las pérdidas, pero podrían superar los 4.000 euros. El negocio en el que trabaja ha sido el último en ser golpeado por la oleada de robos de Gévora.

«Somos la despensa de alguna gente. Los que tenemos negocios estamos muy desprotegidos»

«Rompieron los cristales de mi centro de ocio y me robaron la televisión»

«Tenemos que vigilar lo nuestro. Mientras llega la Guardia Civil pasan dos horas»

«Sentimos mucha impotencia. Nos están robando y no tenemos ninguna vigilancia»