*A partir de ahora, todos los lunes este blog tendrá una columna con el backstage de TI federal.Los agentes de prensa envían notas a qbrasilia@gmail.com, sea cual sea, para que yo lo publicite.El PT está a punto de perder el control de Serpro por disputas políticas internas que no han llevado a ninguna parte.En la indecisión del partido, supuestamente está cediendo la presidencia de la empresa estatal al PSD de Gilberto Kassab.En el peor, para el PSDB del difunto y exalcalde de São Paulo, Bruno Covas.El nombre citado ahora para asumir el cargo es Alexandre Amorim, ex presidente de Prodam-SP, la empresa de procesamiento de datos de la ciudad de São Paulo.El candidato a presidente de Serpro, Alexandre Amorim, también trabajó en el Instituto Curitiba de Informática (ICI), una organización privada que intermediaba contratos de empresas de TI con el Gobierno de Paraná sin pasar por un proceso de licitación.El gobierno estatal, en lugar de utilizar su estatal Celepar para desarrollar los servicios que ofrecen estas empresas privadas, prefirió arriesgarse con el “mercado”.¿Te imaginas el costo de esta fiesta para Paraná?Esta juerga con dinero público en el mercado de tecnología de la información de Paraná solo terminó cuando Roberto Requião asumió el gobierno del estado e invitó a Marcos Mazoni a asumir la presidencia de Celepar, entre 2004 y 2005. Amorim y Mazoni libraron una batalla por el control de la tecnología de información pública y en Al final, las empresas privadas quedaron apartadas de la caja fácil del gobierno paranaense.Por eso Mazoni es odiado por nueve de cada 10 empresarios informáticos paranaenses, que perdieron ese chupete endulzado con fondos públicos.El nombre más fuerte del partido para ocupar la presidencia de Serpro fue Marcos Mazoni, quien regresaría a la empresa estatal que comandó entre 2007 y 2016. Contaba con la recomendación política de varios partidos y en el Sector TI.Pero fue bloqueado por el ala del PT que proviene de las alcaldías de São Paulo y Santo André y ya comanda los principales puestos en el área digital del Ministerio de la Gestión.El veto contó con el apoyo de la poderosa Miriam Belquior, Secretaria Ejecutiva de la Casa Civil de la Presidencia de la República.Hasta ahora no me han explicado claramente los argumentos que utiliza el PT de São Paulo para presentar una candidatura que es del propio partido.Pero un día lo sabré y tú también.Lo que se puede deducir en este punto es que PT São Paulo prefirió entregar la presidencia de la empresa estatal a alguien que le encanta contratar una empresa de informática sin licitación.Si logra hacerse cargo de Serpro, Alexandre Amorim no podrá nombrar a los demás directores.Tendrá que coexistir con otros nombres señalados por el PT y posiblemente incluso por otros partidos en la base aliada.En otras palabras, una reunión de la junta de Serpro tiene todo para parecerse a la final de un campeonato de UFC.Gilberto Kassab no quiere que solo Alexandre Amorim sea presidente de Serpro.Según me cuentan directamente desde el cuartel de la estatal, el jefe de Centrão también quiere mantener en el cargo al actual director de Desarrollo, Ricardo Cézar de Moura Jucá.El mismo director que, en el gobierno de Bolsonaro, dijo en una reunión interna en 2019 que “los viejos no tienen por qué estar teletrabajando.El viejo tiene más para irse a casa”.Una empresa que tiene una edad media de 53 años.Pero poco después llegó la pandemia y todos los “viejos”, “jóvenes” y “de mediana edad” terminaron confinados en sus casas.Incluidos los vacunados Jucá.La sala de bóveda de Serpro no me proporcionó detalles.Pero cuando les pregunté por qué Gilberto Kassab estaba tan interesado en mantener a Ricardo Cézar de Moura Jucá al frente de Serpro, respondieron con un “sigue el dinero”.Dijeron saber en qué medida está la renovación del contrato con una empresa de Brasilia “llamada “asper”, que actúa en las áreas de “ciberseguridad, observabilidad y transformación digital en el mercado público y privado”, como se autodefine en su página.No es una empresa de traspatio, ya que tiene numerosos clientes en Brasil en los sectores público y privado.