Simbología secreta de la tumba de Cristóbal Colón

2023-02-22 18:33:28 By : Ms. Vivian Lv

Si se entra en la Catedral de Sevilla y se pasea por ella se acabará llegando a la tumba del Almirante. Una tumba que impresiona: sobre un pedestal cuatro gigantes que portan, como si fuera una parihuela, un féretro, en el que se distingue, claramente, el escudo de España.

El impresionante monumento hace justicia a la persona que contiene pero... ¿Qué significa? ¿Qué nos quiere decir? ¿Por qué esa representación tan sorprendente?

Cuando los restos de Cristóbal Colón regresaron, en 1898, a España, tras el desastre e Cuba y aquella «guerra» con Estados Unidos, se planteó realizar un monumento funerario digno del ilustre personaje que iba a alojar. No obstante el traslado ya estaba previsto y en 1891 se convocó un certamen público para diseñar el mismo.

Fue Arturo Mélida y Alinari, arquitecto y escultor, ilustrador o diseñador, entre otras muchas profesiones, fue el designado en virtud de su diseño cuya ubicación estaría junto a la emblemática capilla de Nuestra Señora de la Antigua.

No está exenta de simbología, todo lo contrario. Según el autor la pretensión era la de representar «a España guardando en tierra americana las cenizas de Cristóbal Colón”, por eso tener a esos cuatro reyes con un guiño a América justo en el basamento.

Por eso el féretro es portado por eso cuatro reyes, cada uno mostrando en su pecho: Castilla, León, Navarra y Aragón, los reinos de España. Los reyes que portan los huesos del Almirante, aquel que dio gloria y riquezas pero que también tuvo la «ingratitud» real...

En las túnicas se pueden contemplar detalles como granadas, coronas, cadenas y murciélagos, en clara alusión al reino de Valencia o Granada. También los dos reyes de cabecera portan un crucifijo –del cristianismo- y una lanza –sacrificio-, que nos da un sentido también religioso del mismo.

En la caja se puede leer: “Aquí yacen los huesos de Cristóbal Colón, primer Almirante y descubridor del Nuevo Mundo R.I.P.A.”. Cabe decir que la voluntad del propio Colón era ser enterrado en Sevilla, así su hijo Diego Colón indica, en su testamento del 16 de marzo de 1509, lo siguiente:

“E por cuanto yo no tengo asignado lugar cierto para la perpetua sepultura del almirante mi señor padre, que santa gloria haya, ni del mío, digo que mi voluntad sería y es que se hiciese una sepultura muy honrada en la capilla de la nueva iglesia mayor de Sevilla, encima del postigo, que es frontero a la sepultura del cardenal Mendoza; y cuando allí no pudiese ser, mando que mis albaceas escojan la iglesia y lugar que más competente fuese para nuestra honra, estado y salud; que allí se fabrique y haga la dicha sepultura perpetua, dándole perpetua renta y dotación...».

El propio Diego Colón, en su testamento del 8 de septiembre de 1523, expresaba:

«E asimismo encargó que su cuerpo fuese sepultado en esta isla [La Española] pues más acebpta sepultura no podía ni pudo elegir que en estas partes, las cuales Dios milagrosamente le quiso dar a conocer, descubrir e ganar».

En el pedestal del monumento encontramos una leyenda que dice: “Cuando la isla de Cuba se emancipó de la Madre España, Sevilla obtuvo el depósito de los restos de Colón, y su ayuntamiento erigió este pedestal”.

El estilo azteca del basamento viene a poner la presencia del Descubrimiento en la tumba.

Cristóbal Colón murió en Valladolid en el año 1506, tras su muerte fue descarnado y trasladado a Sevilla por deseo de su hermano. En 1542 se trasladaron sus restos a Santo Domingo (República Dominicana) en la Catedral de Santa María. En 1795 España pierde República Dominicana y sus restos se trasladan a La Habana (Cuba), donde permanecen por 100 años que son trasladados a Sevilla.

En la actualidad se sabe, con total seguridad, que los restos que están en la capital hispalense son, inexcusablemente, los del Almirante, así lo dictaminó la Ciencia en función a las pruebas de ADN que se hicieron en la primera década del 2000 y, de forma diplomática, se dijo que quizás estuviera repartido sus restos entre aquellas ciudades que afirman tener el cuerpo del Almirante. ¿Quién sabe?

Pero Sevilla tiene otro monumento en honor de Cristóbal Colón que es menos conocido y que se encuentra en el Paseo de Catalina de Ribera. Se trata de una obra bajo diseño de Juan Talavera Heredia siendo la escultura principal obra de Lorenzo Coullaut Valera, la misma persona que ejecutaría la sin igual «Glorieta de Bécquer», siendo ubicada en su emplazamiento en el año 1921.

Se distinguen dos enormes columnas de piedra, de 23 metros de altura, en cuyo centro hay dos proas de otras tantas carabelas y dos cartelas en la que figuran inscritos los nombres de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, en bronce.

En el basamento encontramos dos medallones, de mármol, en que encontramos el busto de Cristóbal Colón y el propio escudo de los Reyes Católicos, los protagonistas de aquella magna empresa que fue el Descubrimiento.

Coronando la parte superior hay un legón con un orbe, con la simbología que ello desprende y que nos indica la soberanía de España en el mundo, el brillo del antiguo imperio español, aquel en el que «jamás se ponía el sol» y donde el propio león es el poder, la fuerza, el valor, la realeza o la dignidad.

Lugares vinculados a Colón en Sevilla con una gran carga simbólica y todo un significado por transmitir y que hoy les he desvelado.