Como todos días, la encargada de una financiera llegó ayer al local donde trabaja, ubicado en pleno centro del municipio bonaerense de Berazategui, y luego de ingresar notó que delincuentes entraron por un boquete que abrieron en el techo del inmueble y rompieron dos cajas fuertes donde había una importante suma de dinero. Según pudo averiguar LA NACION, los empleados del comercio estimaron un faltante de aproximadamente de $6 millones y US$40.000.
El robo ocurrió el fin de semana pasado -aún no se pudo determinar con exactitud el día y horario- en Calle 14 al 5100, lugar donde funciona la Financiera Crediexpress. Si bien el local tenía instaladas varias cámaras de seguridad y un sistema de alarma, los ladrones rompieron todo aquello que pudiera alertar de su presencia. Incluso, cortaron la energía eléctrica del inmueble.
Cuando la encargada se encontró con todo el local “revuelto” dio aviso a la comisaría 1a. de Berazategui. Los empleados de la financiera estimaron un faltante de aproximadamente US$40.000 y $6 millones.
En uno de los techos del local, los efectivos bonaerenses constataron que había un pequeño orificio como para que pase una persona menuda. Además, las cámaras de seguridad del comercio estaban desparramadas en el suelo.
Alejandra, la encargada del comercio siniestrado, dijo que para ella los delincuentes ingresaron al lugar por la puerta y contó a los medios que la financiera ya había sufrido dos robos previos de similares características.
Durante la mayor parte de la jornada de ayer trabajaron peritos para levantar posibles rastros que hubieran dejado los delincuentes. En el hecho interviene judicialmente la UFI N.º 2 de Berazategui.
El año pasado, una banda marplatense perpetró varios robos en edificios de esa ciudad balnearia. Los delincuentes planeaban cada atraco con extremo detalle, al punto de que los ilícitos se cometieron sin violencia, casi calcados. En cuatro hecho robaron un millón de dólares en efectivo, otros 42 millones de pesos y joyas también de altísimo valor económico.
Los miembros de la banda fueron identificados y tienen pedido de captura desde principios de este mes. Dos de ellos, Agustín Suárez y Facundo Carro, se entregaron asistidos por su abogado defensor. Otros dos siguen prófugos.
Tres de las propiedades a las que ingresaron los delincuentes a lo largo del año pasado son de zona céntrica y el último de los hechos, que data de comienzos de este año, fue en la zona de Playa Grande. Para el ingreso a los edificios siempre utilizaron llaves, tradicionales o electromagnéticas. Desde la fiscalía dan por hecho que se hicieron de originales o copias, para lo cual habrían apelado a inhibidores de alarma para robárselas a las víctimas cuando las dejaban en sus autos. O se las cambiaban por otras, para que notaran el faltante.
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